Lucas Ochoa y Fernando González. Ilustración de Horacio Longas para Viajes de un novicio con Lucas de Ochoa.
Asumiéndose desde su instintividad más elemental, sin encubrimientos, esguinces, ni huidas, Fernando González no hizo otra cosa que convivir con el universo, a la búsqueda de Dios. Toda su vida luchó por un solo propósito: realizar su existencia en EL SER; llegar a actualizar en EL SER su latencia existencial. Su obra es el itinerario de su viaje, en la pasión, la meditación y la oración, desde la representación existencial hasta la Intimidad del SER.
Alberto Restrepo González