Jorge y Fernando González Ochoa con dos “artistas sombrereras” en Milán, Italia, 1933, según nota manuscrita de doña Margarita al reverso de la fotografía.
También me gusta mucho ir al museo de Milán, a contemplar dos momias peruanas de hace unos tres mil años. Son mujeres acurrucadas, con pelo; las piernas dobladas contra el vientre, y una de ellas se está tapando la cara con la mano izquierda. Ante estas bellezas, ¡a cuántos peruanos se les despertarían los ímpetus creadores de más carne! ¡Es muy curiosa la sensualidad y el hombre es muy curioso! Es sabroso pensar que un sapo desea a la hembra y llegará a parecerle que su vida carece de importancia si no posee a la sapa… Lo más divertido que hay es la sensualidad, fuente de toda apariencia.
Fernando González